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Eliminar el tejido necrótico y el esfacelo permite tener una imagen más clara de la herida, reduce la carga biológica y prepara el lecho de la herida para el tratamiento. Una limpieza y un desbridamiento exhaustivos de la herida son la base de una cicatrización exitosa.
Un lecho de la herida limpio es esencial para el proceso de cicatrización. Los apósitos de desbridamiento mecánico son herramientas muy fáciles de usar. Eliminan la biopelícula, el esfacelo superficial y los residuos, y absorben el exudado de la herida, incluidas las bacterias. Esto fomenta el desarrollo de tejido sano y ayuda a que la herida se cierre más eficazmente.
Está formado por dos tipos de fibras en bucle: unas fibras suaves monofilamento para frotar cuidadosamente protegiendo el tejido intacto y unas fibras más abrasivas para deshacer y eliminar incluso el esfacelo firme.
Los recubrimientos de fibrina y el tejido necrótico a menudo evitan o retrasan la cicatrización en las heridas crónicas. Los hidrogeles no solo equilibran la hidratación de forma eficaz, también proporcionan un efecto limpiador gracias al desbridamiento autolítico. Son un buen complemento al desbridamiento mecánico.
Es un hidrogel con un aplicador estéril
