Para diagnosticar una úlcera de pie diabético infectada, se deben descartar otras causas de un proceso inflamatorio en la piel, p.ej., traumatismo, gota, neuro-osteoartropatía de Charcot aguda, fractura, trombosis o estasis venosa.3
En los pacientes con diabetes las infecciones tienden a propagarse hacia fascia, tendones, músculos, articulaciones y huesos, lo cual se ve favorecido por la anatomía del pie. Las úlceras de pie diabético con infecciones graves o leves, que sean complejas o se asocien a morbilidades relevantes requieren hospitalización inmediata para recibir tratamiento antibiótico sistémico urgente; en muchas ocasiones, se necesita intervención quirúrgica. Los signos típicos de infección sistémica, como fiebre, escalofríos, leucocitos elevados o alteraciones metabólicas significativas, a menudo no se manifiestan en pacientes diabéticos. Por lo tanto, es necesario un equipo experimentado de profesionales sanitarios para descartar esta complicación que puede ser letal.3